domingo, 5 de enero de 2014

Tarta de chocolate blanco y violeta para Nochevieja

Antes de nada... Feliz 2014 a tod@s!!


Y ahora sí vamos con el primer post del año, que no podía ser otro que el postre que hice para acabar el 2013 y no sé vosotr@s, pero yo tenía unas ganas de que se acabara!!!, bueno la verdad es que los últimos meses mejoró la cosa bastante, pero en general, cuando uno se para y mira atrás hay veces que desearía que ciertas cosas no te hubiesen pasado, pero como no podemos ni viajar en el tiempo ni nada por el estilo pues no queda otra que apechugar y seguir mirando al frente, con todas nuestras expectativas en el año que comienza y tratar de mejorar, rodearnos de gente que realmente nos quiere y enriquece nuestras vidas y dejar todo lo malo (que a veces viene disfrazado de bueno) atrás por siempre!!


Bueno, ya os he echado la típica charla de año nuevo, que ya está bien, así que os contaré como solemos celebrar la nochevieja, por lo menos estos últimos años desde que volví a España. Así como la nochebuena es una fiesta para estar en familia, nosotros la nochevieja la celebramos con los amigos, cada uno hace una aportación y santas pascuas. Este año es el primero que no se celebra en mi casa (yujuuuuuu no tengo que fregar!!) y también mi segunda navidad repostera, normalmente hago cupcakes, pero como no quería que mi familia comiese un postre de "otros" pues al final me decidí por dos tartas. El sabor lo tuve claro desde que fui a comprar la pasta de rosas..... violetas!!, otra pasta que se vino conmigo porque soy débil e incapaz de ir a comprar una cosa en concreto a las tiendas especializadas y no salir con más de lo que me cabe en mis armarios!!!
Y con que puedo combinar las violetas....pues con chocolate blanco!!, el año pasado Eli y yo nos fuimos de cena de San Valentín (y no os engañéis, es el día del amor y la AMISTAD!!) y nos comimos el helado más delicioso del mundo..chocolate blanco y violetas (si sois de Madrid y no conocéis el restaurante La Mucca en Huertas tenéis mi recomendación al 100%). En el momento en que nuestro plato quedó limpio como una patena ella dijo..... tienes que hacer un cupcake que sepa igual... y lo he conseguido señoras y señores, o por lo menos eso nos parece a nosotras.......

Para el bizcocho escogí el de chocolate blanco del libro de Objetivo: tarta perfecta de Alma Obregón, y para el buttercream uno de mi invención, porque creo que en estas cosas uno tiene que experimentar y obtener sabores que nos gusten a nosotros y así destacar sobre el resto....



TARTA DE CHOCOLATE BLANCO Y VIOLETAS
Fuente: Objetivo: tarta perfecta, de Alma Obregón

Para el bizcocho (molde de 18 cm, para la pequeña utilicé uno de 15 cm, por lo que hice la mitad de las cantidades que indico)

150 g de chocolate blanco troceado
150 ml de leche
180 g de mantequilla
200 g de azúcar
200 g de harina de repostería
4 huevos

Para comenzar, calentamos la leche y antes de que rompa a hervir, vertemos sobre el chocolate blanco troceado y removemos hasta que se haya disuelto por completo, reservamos y dejamos que se enfrie.
En otro bol mezclamos la mantequilla con el azúcar.
A continuación añadimos a la mantequilla los huevos de uno en uno, batiendo bien después de cada adición.
Añadimos la mitad de la harina, que hemos mezclado con la levadura y a continuación el chocolate derretido, integramos y añadimos el resto de la mezcla de harina.
Preparamos el molde e introducimos la masa, metemos en el horno precalentado a 180ºC y lo dejamos aproximadamente 30 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo este salga limpio.
Dejamos enfriar dentro del molde unos 10 minutos y después sacamos a la rejilla y dejamos enfriar por completo. Una vez frío envolvemos en papel film y refrigeramos hasta el día siguiente.


Para la buttercream:

500 g de mantequilla
400 g de azúcar glass
8 cdtas de pasta de violetas (empezar con dos e ir probando hasta lograr la intensidad que os guste)

Mezclamos la mantequilla con el azúcar glass, batiendo hasta que la mantequilla comience a blanquear, aproximadamente 5 minutos a velocidad media alta.
Añadir dos cucharaditas de la pasta e integrar bien, probar y si queremos un sabor más intenso seguir añadiendo cucharaditas, esta vez de una en una, hasta conseguir la intensidad deseada.

Nivelamos los bizcochos si es necesario y decoramos al gusto.

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